Nacida en Almería, se traslada en su niñez a Barcelona.
Tras su etapa de estudios en diseño de moda, decide de forma autodidacta aprender a utilizar diversas técnicas de pintura tras tener dominio de la acuarela en bocetos, el manejo del lapiz y del carboncillo, y la perfección en los bocetos de figuras humana .
Su inquietud por aprender le hace decantarse por técnicas de pastel recreando obras antiguas de Edgar Degas, referente en esa técnica.
Emplea la técnica del oleo para sus obras aunque últimamente utiliza acrílico para manchar sus lienzos.
En los cuadros más representativos de Isabel, la abstracción es algo más que un tamiz. Para aprender la realidad y para crearla es necesario salirse de sus límites. O, a veces, traspasarla.